El lector hipertextual ya no necesita índices jerárquicos con apartados y sub apartados ni tampoco seguir una secuencia lineal con un itinerario marcado por el autor. Sino que a través de enlaces hipertextuales puede saltar de un lugar a otro según lo desee dejando atrás la lectura secuencial. Puede trazar su propio camino construyendo su nueva historia; trazando su propio destino.
El lector deja atrás el papel en blanco para adentrarse en una politextualidad que le convierte en lecto-autor en el mismo momento en el que empieza a construir su propio texto.