jueves, 23 de abril de 2015

Ceci tuera cela


Umberto Eco dirigió un congreso en la ciudad de San Marino que tuvo lugar en el “Centro de Semiótica y Estudios Cognitivos” en  julio de 1994. en el que discutieron el futuro del libro. Eco cree que los medios modernos pueden y son capaces de distribuir la información, pero no de almacenarla porque son perecederos.  Sin embargo, un libro impreso en un papel de calidad y sin ácido es casi indestructible.

Según La información digital, el futuro del libro es imposible de adivinar porque la tecnología crece a pasos agigantados y de una forma impredecible. Posiblemente, el libro en papel y el electrónico coexistan de la misma forma que lo hacen la fotografía y la pintura. Lo único que se puede decir más o menos a ciencia cierta son las ventajas que ambos presentan.  El electrónico ofrece un ahorro en papel, tinta, transporte, almacenamiento y distribución. Además, su hipertextualidad nos permite interactuar con el texto.  Sin embargo, el libro en papel es más económico, más fácil de leer, no es tan perecedero y es capaz de  estimular los sentidos con el olor de sus hojas, el tacto, el tamaño de la letra, la encuadernación, la presentación, el peso, etc. Cuando terminas este tipo de libro, que no es necesario enchufarlo cuando lo lees o necesitas cargarlo,  y empiezas otro nuevo te sumerges en un laberinto de nuevas sensaciones. 



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